¿Cuándo se puede sentar un bebé en el cochecito?

Una de las preguntas más comunes entre madres y padres primerizos es: ¿a qué edad puedo sentar a mi bebé en el cochecito? La transición del capazo (o moisés) a la silla del carrito es un paso importante en el desarrollo del bebé y en la comodidad de los paseos.
Sin embargo, no existe una única respuesta válida para todos los casos. Depende de varios factores como el desarrollo físico del bebé, el tipo de carrito y las recomendaciones del fabricante. En este artículo te explicamos en detalle cuándo es el momento adecuado, qué señales observar y qué errores evitar.
¿Por qué no se debe sentar al bebé demasiado pronto?
Los recién nacidos no tienen fuerza muscular suficiente para sostener su cabeza, columna o mantener una postura erguida. Por eso, durante los primeros meses, lo ideal es que viajen completamente acostados en un capazo que les brinde soporte total.
Si se les sienta antes de tiempo, se pueden generar problemas en su desarrollo físico, especialmente en la columna vertebral y en la musculatura del cuello. Además, podrían deslizarse o adoptar posturas inadecuadas que afecten su respiración o circulación.
En resumen: el capazo no es solo por comodidad, sino por salud.
Edad recomendada para sentar al bebé en el cochecito
La mayoría de los expertos y pediatras coinciden en que a partir de los 5 o 6 meses ya se puede empezar a usar la silla del cochecito, siempre y cuando el bebé cumpla con ciertas condiciones físicas:
- Puede mantenerse sentado sin ayuda (aunque sea por poco tiempo).
- Sostiene bien la cabeza y el cuello.
- Muestra interés por su entorno y quiere ir más incorporado.
- Supera los 6 kg de peso (esto varía según modelo).
No se trata de una edad exacta, sino de señales del desarrollo. Algunos bebés están listos antes y otros más tarde. Siempre es mejor pecar de precavido que forzar una etapa para la que el pequeño aún no está preparado.
Tipos de cochecitos y sus posiciones
Los cochecitos modernos suelen ofrecer distintas posiciones de reclinado para adaptarse al crecimiento del bebé. Las más comunes son:
- Capazo (posición horizontal): desde el nacimiento hasta los 5 o 6 meses.
- Silla con reclinado total o intermedio: adecuada desde los 3 o 4 meses si el bebé aún no se sienta solo, pero quiere ir más incorporado.
- Silla en posición sentada: desde los 6 meses en adelante, cuando ya puede mantener el torso erguido sin ayuda.
Algunos modelos ofrecen una única estructura que se adapta con el tiempo, mientras que otros tienen piezas separadas (capazo + silla). Antes de realizar la transición, es recomendable consultar el manual del fabricante para asegurarte de que el asiento es ergonómico y adecuado a la edad de tu bebé.
Señales de que tu bebé está listo para sentarse en el cochecito
Estas son algunas pistas que indican que puedes empezar a usar la silla del carrito:
- Cuando lo colocas en posición semi-inclinada, no se cae hacia los lados ni hacia adelante.
- Durante los paseos en capazo, se muestra inquieto, quiere mirar alrededor o intenta incorporarse.
- Puede estar sentado por breves momentos en tus piernas o en una trona sin apoyo constante.
- Muestra curiosidad visual activa y quiere explorar el entorno.
Muchos padres notan que el bebé “pide” más verticalidad en los paseos: se frustra en el capazo o se pone de lado para ver mejor. Estos son indicios claros de que necesita otro ángulo de visión.
Transición segura: ¿cómo hacerla?
No se trata de pasar de estar totalmente acostado a sentado en 90° de un día para otro. La transición debe ser progresiva:
- Empieza usando la silla en posición reclinada (a unos 45°).
- Prueba trayectos cortos al principio, observando su postura y comodidad.
- Revisa que el arnés esté correctamente ajustado para evitar que se deslice.
- Aumenta el ángulo de inclinación poco a poco según cómo se adapte el bebé.
Si notas que se duerme fácilmente o que aún no controla del todo su cabeza, conviene esperar un poco más o alternar con el capazo.
Errores comunes que debes evitar
- Pasarlo demasiado pronto a la silla: aunque muchos cochecitos anuncian “desde 3 meses”, eso no significa que sea recomendable.
- Usar una silla sin reclinado para menores de 6 meses: puede causar fatiga o daño postural.
- No ajustar bien el arnés: puede provocar deslizamientos o accidentes durante el paseo.
- Ignorar las señales del bebé: si llora o se ve incómodo en posición sentada, es mejor esperar.
¿Qué dicen los fabricantes y pediatras?
Marcas reconocidas como Bugaboo, Chicco, Baby Jogger o Jané suelen indicar que la silla puede usarse desde los 6 meses, aunque algunos modelos con respaldo reclinable son aptos desde los 3-4 meses con supervisión.
La Asociación Española de Pediatría también recomienda mantener la posición horizontal el mayor tiempo posible en los primeros meses, especialmente para favorecer la maduración pulmonar, el sueño y el desarrollo óseo.
¿Qué tipo de cochecito es el mejor para esta transición?
Lo ideal es elegir un cochecito que cumpla estas condiciones:
- Reclinable en varias posiciones (incluida casi horizontal).
- Reversible: que te permita llevar al bebé mirando hacia ti al principio.
- Arnés de seguridad de 5 puntos.
- Colchón o asiento acolchado y ergonómico.
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Conclusión
Sentar al bebé en el cochecito es un momento emocionante y práctico, pero debe hacerse respetando su desarrollo físico. La clave no es tanto la edad exacta, sino observar las señales, elegir un cochecito que se adapte y hacer una transición progresiva.
Recuerda: cada bebé es diferente. Lo más importante es su seguridad y comodidad. Si tienes dudas, consulta con tu pediatra de confianza y revisa siempre las recomendaciones del fabricante del carrito.