Consejos para pasear con tu recién nacido en verano

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04/04/2025 | Actualizado: 04/04/2025 04/04/2025
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Consejos para pasear con tu recién nacido en verano
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El verano es una época maravillosa para disfrutar del aire libre, y si acabas de tener un bebé, es natural que te apetezca salir a dar paseos con él. Sin embargo, cuando se trata de un recién nacido, el calor, el sol y las condiciones del entorno pueden representar ciertos riesgos si no se toman las precauciones adecuadas. Por eso, en este artículo te damos una serie de consejos prácticos y fáciles de seguir para que puedas pasear con tu bebé en verano de forma segura, saludable y placentera.

1. Elige las horas más frescas del día

Uno de los errores más comunes es salir a pasear durante las horas de más calor, especialmente entre las 12:00 y las 17:00. Durante ese intervalo, las temperaturas alcanzan su punto máximo y la exposición solar es más intensa, lo que puede ser muy peligroso para un recién nacido, cuyo cuerpo aún no regula bien la temperatura.

Consejo: Planea tus paseos a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando el sol esté bajo y el ambiente sea más agradable.

2. Busca sombra y evita la exposición directa al sol

Los bebés no deben estar expuestos directamente al sol, ya que su piel es extremadamente delicada y se quema con facilidad. Aunque uses sombrilla o capota, es fundamental que el paseo se realice en lugares sombreados, como parques con árboles, calles arboladas o zonas con toldos.

Consejo: Si usas carrito, asegúrate de que la capota proporcione buena sombra. Evita cubrir el cochecito con mantas gruesas, ya que esto puede dificultar la ventilación y aumentar la temperatura interna.

3. Viste al bebé con ropa ligera y transpirable

La ropa es clave para ayudar a tu recién nacido a mantenerse fresco. Evita prendas ajustadas o con tejidos sintéticos. Lo ideal es vestirlo con ropa de algodón o lino, de colores claros y que permita la transpiración.

Consejo: Un body de algodón de manga corta y un gorrito ligero pueden ser suficientes. Lleva siempre una muda por si se moja con el sudor o regurgita.

4. Hidrata bien al bebé (y a ti también)

Los recién nacidos se hidratan exclusivamente a través de la leche materna o de fórmula, por lo que no necesitan agua adicional, salvo indicación del pediatra. Sin embargo, es importante que tomen el pecho o el biberón con frecuencia, sobre todo si sudan más de lo habitual debido al calor.

Consejo: Ofrécele tomas más cortas pero frecuentes. Y no te olvides de mantenerte bien hidratada tú también, especialmente si das el pecho.

5. Presta atención a las señales de calor

Como los bebés no pueden expresarse con palabras, debemos estar muy atentos a su comportamiento. Si tu recién nacido está inquieto, llora sin razón aparente, está muy rojo o suda en exceso, podría estar sobrecalentado.

Consejo: Toca su nuca o su espalda para comprobar si están calientes o húmedas. Si es así, retira ropa, busca sombra y refresca suavemente su cuerpo con una toallita húmeda.

6. No abuses del aire acondicionado ni del ventilador

Cuando vuelvas del paseo o si necesitas refrescar el ambiente antes de salir, puedes usar el aire acondicionado o un ventilador. Pero últimos con precaución: los cambios bruscos de temperatura pueden afectar al sistema inmunológico del bebé.

Consejo: Mantén el aire entre 24ºC y 26ºC y nunca lo dirijas directamente hacia el bebé. Si usas ventilador, colócalo en modo oscilante y a una distancia prudente.

7. Usa protección solar solo si es necesario y bajo asesoramiento

En general, no se recomienda aplicar protector solar a bebés menores de seis meses, ya que su piel es muy sensible. La mejor protección es evitar la exposición directa. Si no queda otra opción y tu pediatra lo aprueba, puedes usar protectores solares minerales específicos para bebés en zonas pequeñas como la cara o el dorso de las manos.

Consejo: Consulta con tu pediatra antes de aplicar cualquier producto. Y recuerda que la sombra y la ropa adecuada son siempre la mejor defensa.

8. Elige rutas tranquilas y seguras

Cuando planifiques tu paseo, piensa en la comodidad y seguridad tanto del bebé como tuya. Opta por rutas con superficies planas, poco tráfico, zonas verdes y bancos donde puedas hacer una parada si lo necesitas. Evita zonas demasiado concurridas, especialmente en días muy calurosos.

Consejo: Lleva siempre una mochilita con lo esencial: agua para ti, una muda para el bebé, toallitas, gorrito, chupete y un pañal limpio.

9. Observa el tiempo de paseo

Los primeros paseos no deben ser muy largos. Aunque el aire fresco es beneficioso, los recién nacidos se cansan rápido y pueden incomodarse si hace mucho calor o si hay ruido excesivo.

Consejo: Empieza con paseos de 15 a 30 minutos y observa cómo reacciona el bebé. Con el tiempo podrás alargar la duración.

10. Disfruta del momento sin prisas

Pasear con tu recién nacido en verano es una experiencia hermosa que fortalece el vínculo entre ambos. No se trata de recorrer grandes distancias ni de cumplir una rutina estricta, sino de disfrutar del aire libre, del movimiento suave del carrito y de compartir un momento de calma.

Consejo: Si tu bebé se duerme durante el paseo, aprovecha para relajarte también. Lleva tu móvil en silencio, respira profundo y observa tu entorno con tranquilidad.

Conclusión

Los paseos en verano pueden ser una de las experiencias más gratificantes para ti y tu recién nacido, siempre que se hagan con cuidado y sentido común. Elegir bien la hora, proteger al bebé del sol, mantenerlo hidratado y vigilar su bienestar son claves para disfrutar al máximo sin riesgos.

Recuerda que cada bebé es distinto, y tú eres quien mejor lo conoce. Observa sus reacciones, adáptate a sus necesidades y no tengas miedo de pedir consejo a tu pediatra si tienes dudas. Con amor, atención y algunos ajustes, podrás convertir los paseos veraniegos en momentos de conexión, descubrimiento y felicidad compartida.

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